La implementación de mecanismos autónomos para el monitoreo de todos los procesos del negocio de forma escalable se ha vuelto un requerimiento más ubicuo de las empresas. El reto en esta implementación es el manejo de los entornos industriales, logísticos y operativos de cada una de estas empresas, en otras palabras, ¿cómo mover toda esa información capturada a entornos digitales?
La realidad es que con un modelo de crecimiento exponencial con presencia en distintas localidades geográficas y atendiendo necesidades cada vez más inmediatas del consumidor final, el despliegue de estas soluciones deja de ser un deseable (“nice-to-have”) para convertirse en requisito obligatorio (“must-have”).
En Imagunet, ya hemos conversado en artículos anteriores sobre las arquitecturas más flexibles y abiertas para permitir a las empresas lidiar con estos retos calzando de forma orgánica en procesos operativos mientras se mantiene en revisión permanente los diseños (los socios y tecnologías) empleados.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando se completa exitosamente la primera implementación y se desea continuar? Aquí entra el reto de automatizar mientras se preserva la misma relevancia operativa para cada usuario de una plataforma de monitoreo de procesos basadas en arquitecturas de Internet de las Cosas o IoT.
Justamente, este es el siguiente punto a tratar en esta serie de artículos ¿cómo automatizar? y ¿cómo impacta la operación diaria?
Para profundizar en este punto vamos a extender la arquitectura detallada que revisamos en nuestro último artículo titulado “Conozca más su negocio. Tome mejores decisiones” como se muestra en la siguiente figura
Si comparamos las figuras, podrán notar que muchos servicios de pre-procesamiento de telemetría, almacenamiento y notificación se expanden en un modelo conocido como serverless, es decir, la capacidad de escalar dichos pasos decenas y cientos de veces de forma inmediata de acuerdo a los requerimientos del negocio. Estos requerimientos se centran en sumar más puntos de monitoreo o más sitios o -incluso- sumar nuevos casos de uso. Sin embargo, ahora se aprovechan de arquitecturas más modernas para escalar y cumplir con estos requerimientos en cuestión de minutos y no días -o meses- como ocurría en el pasado.
En todos los casos, el tiempo y la agilidad deben ser la guía para construir sobre esta etapa de digitalización que buscar sumar la mayor cantidad de activos monitoreados para propagar esta cultura operativa y permitir a todas las áreas de la empresa apalancarse en los mismos mismos beneficios a la hora de tomar de decisiones de crecimiento o -simplemente- operar de una forma más eficiente.
En realidad, el éxito de este mecanismo de escalabilidad y su arquitectura subyacente se obtiene cuando las áreas usuarios y/o operativas comienzan a incorporar nuevos casos de uso o mejoras sobre sus prácticas rutinarias en tiempos sumamente cortos (comparados con el proceso tradicional).
Hernando Gómez Hoyos, Jefe de Servicios de Serviparamo S.A, una empresa colombiana que se ha aprovechado de esta arquitectura para transformar su oferta de valor a sus clientes, nos comparte su visión sobre el impacto de esta nueva forma de monitorear la operación:
¿Qué impacto ha tenido el uso de esta tecnología en su operación?
“Básicamente aprovechar la tecnología para identificar oportunidades de mejora del Diseño de nuestros servicios reorientando nuestros esfuerzos hacia ver cómo podemos entregar más con lo que tenemos (aumentar eficiencia y rentabilidad).
Hemos podido identificar tendencias y comportamientos en la operación de los equipos que nos permiten optimizar el consumo de energía (ejemplo: si se subió nuestro consumo cuál ha sido la causa y probar medidas de corrección, ajustar medidas de prevención para que no vuelvan a ocurrir) y hacer un laboratorio con nuestros propios equipos para tener datos que soporten nuestras decisiones.
Así mismo, ha sido más fácil su implementación, pedir ajustes en los tableros de visualización y parametrización, lo que resulta en una ventaja ya que hemos podido apropiarnos fácilmente de la tecnología, sin comprometer los recursos propios porque la capacidad de nuestro proveedor ha sido clave.”
¿Qué expectativas tienen para digitalizar su operación con estas tecnologías en los próximos años?
“Todas. Básicamente, Aumentar la capacidad, incluir analítica de datos y variables más complejas para predecir fallas. Nuestros clientes quieren tener confort, que sus equipos no fallen, mantener a sus ocupantes satisfechos y con las mínimas intervenciones posibles por lo que tenemos certeza de que la transformación digital es el camino para optimizar los recursos y maximizar la calidad.”
Con tecnologías tan novedosas, las empresas se encuentran en una fase de adopción que será crítica para la viabilidad de nuevos modelos de negocio que le permitan ajustarse a un mercado más competitivo. En Imagunet, estamos convencidos que un modelo de consumo basado en demanda y un portafolio que habilita la innovación como el que ofrece nuestro socio AWS es clave para transformar la forma de operar negocios en Colombia y en el resto de Latinoamérica.